Envidia sana

No puedo negar lo innegable y mucho menos lo que siento por dentro cuando en mis redes sociales veo a todos esos deportistas que como yo decidimos entrar en esto como una forma de hacer deporte y divertirnos y lo fuimos transformando en algo más serio. Los entrenamientos trajeron competiciones, buenos momentos, viajes y porque no… en retos cada día mayores. Y que bonito ver cómo la gente consigue sus metas, sus retos, sus logros. Y me alegra ver cómo la gente consigue apoyos, patrocinios y sponsors… eso es importante tener alguien que te ayude, que te de una imagen y porque no… a porte en tú camino y crean en ti. 

Esto último es la parte en la que no puedo negar lo innegable… y es que siento envidia sana de todos esos deportistas que como yo nos dedicamos a trabajar y entrenar en partes iguales. Que nos gustaría poder dedicarnos a entrenar 24 horas al día pero la vaca no da para todo lo que hay que dar, pero me alegra ver que hay deportistas que consiguen esos apoyos y esa gente que les da la confianza necesaria. Ojalá un día yo sea parte de ese grupo de deportistas que consiguen que alguien confíen en ellos y les ayuden a lograr sus metas. 

Que bonita es la envidia sana.